3 febrero, 2022

Loreley Cavieres

P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?

R- Durante la pandemia tuve que reinventar mi forma de trabajar, ya que durante 2 años tuve que realizar la producción de un programa de radio de manera remota y buscar con mis compañeros la manera de que funcione.

La tecnología fue una gran aliada, aunque la conectividad por momentos dificultó la tarea. En lo personal el aislamiento profundizó problemas de salud, que con la apertura progresiva de actividades fueron mejorando. También pude realizar cursos de perfeccionamiento de la profesión de manera virtual.

Entiendo también, que en muchos medios compañeros y compañeras sufrieron aun más la precarización de la profesión y que los conflictos fueron profundizados.

P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?

R- En cuanto a la falta de respuesta ante el reclamo por el predio de la UTPBA en Moreno, demuestra una gran indiferencia y poco, o nulo, interés en resolver el conflicto.

FELAP solidaria con el periodista Carlos Fazio

A raíz de un artículo, publicado en la Jornada de México, en el que Carlos Fazio periodista y entrañable amigo de FELAP fue amenazado por la señora Dahlia Neumann, vocera de prensa de la Embajada de Israel en el citado país, nuestra entidad continental expresa su solidaridad con el compañero y un absoluto repudio a todo intento de censura y amedrentamiento.

Jorge Legañoa en Data Mundo: “Hoy los misiles son digitales”

El vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba, Jorge Legañoa Alonso, participó del segundo capítulo de Data Mundo, ciclo de entrevistas, reflexiones y análisis producido por DATA.U y la FELAP que se cuestiona ¿Cómo pensar el mundo de hoy?

De Ana Frank a Rasha, lo impensable

Por Laura Taffetani.

Abogada.
El genocidio en Gaza y en el Líbano nos trae imágenes estremecedoras que vemos en línea con pasmosa cotidianeidad. La lógica del capitalismo no duda en convertir en verdaderos infiernos nuestras tierras.