P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R- En lo personal, la pandemia me brindó nuevas alternativas de trabajo. Si bien tuve que capacitarme, algo que me ayudó ser docente de la Universidad Nacional de Avellaneda; me permitió trabajar desde mi hogar. Comenté partidos de fútbol, conduje programas de radio, colaboré con medios, di cursos, etc. Recibí el aporte técnico del equipo de Relatores al que pertenezco y logré adaptar mi lugar para tener una mejor conectividad.
Tengo claro que cerraron medios, se aprovechó para profundizar la precariedad laboral, que no todo el mundo tiene una buena conexión a internet (algo que me ocurrió los primeros meses de la pandemia), que hemos perdido compañeras y compañeros, amigos y familiares, a consecuencia del virus y eso también nos afecta psicológicamente.
P-¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- El reclamo de la UTPBA es ampliamente legítimo y choca contra el aparato judicial al que estamos acostumbrados quienes trabajamos con el Derecho. Con la esperanza de revertir la situación y lograr que se atiendan los derechos que corresponden, a pesar de la mirada pesimista que surge ante tamaña injusticia.