Desde algún sitio de Vilagarcía de Arousa, Galicia, el músico argentino Juan Carlos Cambas trazó el reverso de su viaje obligado por la crisis del 2001. En las dos orillas musicales del Atlántico puso andar primero, la historia de sus padres y luego su propia vida.
Cuando se encuentra preparando la segunda parte de su trabajo, hace saber que con él levaron anclas, aquí y allá, 30 artistas de Argentina, España y Portugal.
“A Viaxe/Dende Arxentina ata Galicia” (El viaje desde Argentina hasta Galicia) nombra el emerger del fondeadero de los sentimientos de Juan Carlos Cambas. “Tuve que empezar todo de cero -recuerda- es como cambiar una planta de maceta, ¿no?, o nacen nuevas raíces o mueres en el intento. Fueron años muy duros, es como quedarte sin historia, tu vida en mitades, una parte de un lado del Atlántico y otra mitad acá. Pensé mucho en mi madre, galega, que emigró a Argentina con 19 años y mi papá, asturiano, con dos añitos, sin la comunicación que hoy disponemos, sin poder decir llegué bien”.
Serán Luis Landriscina, conocedor de la historia de los padres de Cambas, autor del poema, el rosarino Jorge Fandermole quien musicalizó la canción “Juan y Pilar” y Piero, con su interpretación, los responsables de inicialar con el nombre de esos padres el cuaderno de bitácora de “A Viaxe”.
Entre los artistas que contribuyeron a levar “a áncora” de la obra figuran los argentinos León Gieco, Héctor Alterio, Julia Zenko. Juan Carlos Baglietto, Nahuel Penissi, Teresa Parodi, Suna Rocha y el cubano Silvio Rodríguez, entre otros.
Por España se sumaron José Sacrisán, Kepa Junkera, Uxía, Davide Salvado, Orquesta Sinfónica de la USC y Jordi Rabascall.
Y desde Portugal, Dulce Pontes, Mafalda Arnauth y Joao Alfonso.
También, a través del tiempo y del Atlántico navegaron, por iniciativa de Juan Carlos Cambas, dos ediciones del Festival de Cosquín. En el 2010 en Galicia, con la participación de Jaime Torres en aquella costa y al año siguiente en tierras cordobesas sonaron las voces y los músicos de Portugal y Galicia.
Los itinerarios de A Viaxe son “mi ADN -reconoce Juan Carlos Cambas- mi biografía a través de la música”. En definitiva, una estrategia de maniobras musicales que pone a salvo del olvido esta historia. Quizás, porque no pueda haber anclas perdidas cuando se tiene, como dice Landriscina, “una patria allá lejos y otra de este lado” y, además, hay un “mar entre los dos mundos que me quema el pecho”.